ASÍ LUCIRÁ EL 2020 (DENTRO DE CASA)

Nuevas corrientes en los interiorismos contemporáneos
TENDENCIAS

A medida que las ciudades crecen y se expanden, los pisos se van reduciendo cada vez más a la mínima unidad. “Las casas de antaño que antes tenían 400m2, ahora se segregan hasta en cuatro o cinco apartamentos”. Es lo que ha experimentado el fundador y director del estudio de interiorismo Code Studio, Diego Gómez, después de haber reformado y diseñado varias viviendas en el centro de Madrid y Bilbao. “Eso genera, inevitablemente, un cambio radical en la manera de decorar las estancias”, opina el vasco. “La gente no quiere recargar sus espacios, sino aligerarlos con tonos y formatos mucho más nórdicos y racionales”.

 

  Vivienda en Madrid por Code Studio

 

De la necesidad se ha implantado un minimalismo funcional. Aunque eso no significa que la sobriedad sea la protagonista. “Los suelos de madera, por ejemplo, todavía sobreviven. Ya no solo con lamas anchas y larguísimas, que es a lo que se tendía últimamente. Ahora se ven de nuevo los formatos de 7cm, parecidos a los del siglo XX, y con robles y cepillados que dejan entrever la veta y el nudo de la madera”, reconoce Gómez, que desde que empezó su estudio en 2016 ha divisado otro cambio fundamental en las paredes. “Los papeles continúan su trayectoria, igual que algunos estucados y empanelados de madera. Pero lo interesante ocurre a nivel de pinturas”.

 

 

 Viviendas en Bilbao y Madrid por Code Studio                    

 

Se refiere a que, de forma gradual, son muchos los que se atreven con colores oscuros, e incluso a hacer división de tonalidades sobre una misma pared. Lo mismo se percibe en los techos. “Ya no son ese segmento del espacio que dejábamos en blanco. En el mercado hay mucha gente arriesgando con todo tipo de colores”, afirma. Lo cual deja al descubierto una lección esencial: jugar con las combinaciones no tiene por qué ser un error. “Solo hay que consultar a un profesional, establecer rangos y estudiar juntos si las variaciones, dentro de esos límites, pueden encajar o no en el contexto sobre el que se aplica”.

 

A ese escenario se le suma otra condicionante: el mobiliario y la decoración. “Por el tema del tamaño se intenta que las sillas, sofás y atrezo sean lo más livianos posibles”, considera Gómez. Las bibliotecas enormes ya no tienen cabida, y tampoco los televisores con tamaños descomunales. “En Code Studio estamos diseñando casas a las que les agregamos muebles de tele muy bajos, de 46cm de altura, y con estructuras metálicas finísimas. O en formato volado”, añade. “Hay otros proyectos en los que no se le quiere dar prioridad a la televisión, y ahí es donde la mesa del salón adquiere relevancia”.

 

 Vivienda en Bilbao por Code Studio

 

De hecho, su papel se ha incrementado, en parte, debido al creciente número de personas que trabajan desde casa. En ese caso, no solo es primordial invertir en piezas prácticas: hace falta acompañarlas de soluciones estéticas que no llamen demasiado la atención, ni inviten a despistarse. “Por último, las lámparas tampoco se deben pasar por alto”, defiende Diego Gómez. “Las que llevan reminiscencias al art déco nunca pasan de moda, ya sean en dorado o en cobre”. ¿Y qué hay de las pantallas? “Gracias al uso de bombillas LED, parece que los diseñadores se están animando a dejarlas al descubierto. Y algunas, incluso, hasta funcionan directamente como un aplique”.

 

Vivienda en Bilbao por Code Studio
 

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