UNA JOYA DE LA ARQUITECTURA EN LA TOSCANA

El Castillo Sammezzano, una maravilla atrapada en el tiempo
RINCONES POR DESCUBRIR

El castillo Sammezzano está situado a 30 kilómetros de la ciudad de Florencia y es uno de los lugares con más encanto de la Toscana por el colorido de sus salas. Se encuentra en la cima de una colina y está rodeado por un parque de secuoyas gigantes, el más grande de Italia.

A finales del siglo XIX lo heredó Nicholas Panciatichi, un marqués florentino de la época que estaba enamorado de la cultura  y la arquitectura árabe. El transformó el castillo en un palacio de estilos diferentes el árabe, el gótico y el hindú.

 

La fachada de la fortaleza recuerda al Taj Mahal

Cuenta con 365 habitaciones, una por cada día del año, y cada una distinta entre sí. Entre ellas podemos encontrar la Habitación de los Lirios, la de los Enamorados, la de las Estalactitas, o la de los Espejos. Pero de todas ellas la más sorprendente es la del Pavo Real. Desde el suelo al techo toda la decoración es un alarde de color, imitando a las plumas del pavo real: de hecho, imita a la posición de las plumas desde las bóvedas hasta los capiteles en el techo.

 

 

Después de la Segunda Guerra Mundial se convirtió en un hotel de lujo, con apartamentos, spa, campo de golf y club de campo hasta el año 1990 en el que cerró sus puertas. Nueve años más tarde fue adquirido en subasta y cerró indefinidamente dejando esta maravilla arquitectónica en el profundo olvido. Desde el 2012 se creó una comisión está intentando recuperarlo pero todavía no se ha conseguido el apoyo necesario.

 

 

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